Las condiciones de seguridad prácticamente no existen en estos espacios turísticos. No hay un soporte de rescate o un básico de primeros auxilios. El Salto Suizo es el único que tiene los fines de semana rescatistas contratados para precautelar los incidentes. “Donde los más frecuentes casos son los alcoholizados”, remarcó Bogado.
“Al parecer la señora se mareó, luego resbaló y termina
cayendo a un precipicio, en caída libre unos 50 metros”, comentó el Cap. Bogado.
La muerte se supone instantánea por el severo traumatismo con pérdida de masa encefálica.
En el caso de su hijo (21) “entra en desesperación e intenta bajar sostenido de
algunas ramas, pero no resisten y termina cayendo también en caída libre”. Miembros
del cuerpo de bomberos lo encontraron con traumatismos múltiples y leves signos
de vida. “Los rescatistas le hicieron veinte ciclos de reanimación, pero el
joven no resistió los traumas. El personal de auxilio debió bajar en medio de
la oscuridad y mucha maleza. “Abrieron picadas para bajar, porque es una zona
sin caminos”, concluyó.